Nikon D610+19-35 a 19mm f 3,5 30" ISO 3200 |
Coma sabéis, las Lágrimas de San Lorenzo son uno de los acontecimientos astronómicos más señalados y observados del año. Y este año en concreto, su punto máximo de actividad coincidía con una luna prácticamente nueva, o sea, que se iban a ver como nunca.
Con esa ilusión preparamos nuestra salida de esta semana, eso sí, consultando los pronósticos meteorológicos que parecían no ser muy favorables. Llegó la noche y cargamos nuestros equipos. Nos dirigimos a uno de los puntos más elevados de la Litera, buscando la mínima contaminación lumínica. Todo parecía ir rodado y ya por el camino pudimos sorprendernos con el destello de alguna fugaz, una en concreto cruzó casi por completo todo el firmamento… ¡espectacular!. Ya en la loma del Castillo de La Mora en Peralta de la Sal, y mientras preparábamos los equipos, no cesaba la actividad, imprevisibles y de una variedad cromática y de tamaño que nos hizo alucinar. Poco a poco la lluvia de estrellas fue solapándose con los destellos de los rayos de una tormenta anunciada, que poco a poco se acercaba a nosotros.¡ Impresionante! , fue el momento de más expectación, no sabíamos a donde mirar. Final y desgraciadamente, se cumplieron las predicciones, aunque apuramos hasta que el cielo se cerró y la lluvia nos hizo recoger. Pudimos llevarnos unas cuantas lágrimas en nuestras tarjetas, alguna tan espectacular como la de la foto que os presentamos esta semana. Esperamos que hayáis tenido más suerte que nosotros… con la buena noche que hacía.
Con esa ilusión preparamos nuestra salida de esta semana, eso sí, consultando los pronósticos meteorológicos que parecían no ser muy favorables. Llegó la noche y cargamos nuestros equipos. Nos dirigimos a uno de los puntos más elevados de la Litera, buscando la mínima contaminación lumínica. Todo parecía ir rodado y ya por el camino pudimos sorprendernos con el destello de alguna fugaz, una en concreto cruzó casi por completo todo el firmamento… ¡espectacular!. Ya en la loma del Castillo de La Mora en Peralta de la Sal, y mientras preparábamos los equipos, no cesaba la actividad, imprevisibles y de una variedad cromática y de tamaño que nos hizo alucinar. Poco a poco la lluvia de estrellas fue solapándose con los destellos de los rayos de una tormenta anunciada, que poco a poco se acercaba a nosotros.¡ Impresionante! , fue el momento de más expectación, no sabíamos a donde mirar. Final y desgraciadamente, se cumplieron las predicciones, aunque apuramos hasta que el cielo se cerró y la lluvia nos hizo recoger. Pudimos llevarnos unas cuantas lágrimas en nuestras tarjetas, alguna tan espectacular como la de la foto que os presentamos esta semana. Esperamos que hayáis tenido más suerte que nosotros… con la buena noche que hacía.