tontosmuy

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Hay pocos momentos tan relajantes como los que se pueden sentir estando tumbado bajo un manto de estrellas en una serena noche de verano. La velocidad prácticamente inapreciable de la rotación terrestre hace que el tiempo pase a otra escala, una escala en la que todo se mide por años, cientos de años, miles de años, millones de años, miles de millones de años… Aunque toda esa calma puede de repente estallar en un eufórico e irreprimible “¡¡¡MIRA!!!”, en cuanto vemos la traza iluminada que deja un meteorito al impactar con nuestra atmósfera. Es una sensación que te cautiva, y que por el hecho de ser completamente impredecible tiene un gran componente de ilusión, casi de magia. Con la idea de capturar ese maravilloso momento, salimos al campo una noche de Agosto, cargados con nuestros equipos y con el pleno convencimiento de que volveríamos con las tarjetas llenas de fotos de estrellas fugaces; No podía ser de otra manera en plena lluvia de las Perséidas. Nada más lejos de la realidad, ni siquiera las vimos, pero eso no nos frustró, en absoluto, volvimos ilusionados con nuestras primeras fotos de la vía láctea, lo que hizo nacer en nosotros una gran pasión por la fotografía nocturna. Pasión que queremos compartir con vosotros, descubriendo todos sus secretos. Somos David Y Raúl. Bienvenidos a eSta nOcHe SaLe eL sOl.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Un dark frame de usar y tirar ...

 
Nikon D3100 17-70 a 17mm  ISO 100 f2,8 2250"


Canon 5d mark II 16-35 en 35mm ISO 4000 f2,8 20"

 Como ya os contábamos la semana pasada, en nuestra zona y de cara al invierno, se hace cada noche más complicado salir a cazar estrellas. Pero precisamente por ser de esta zona, somos bastante cabezones, pues hala, al monte, que no hay dolor. Lo que os cuento es lo que nos pasó en una de las salidas del año pasado. La planificación había sido más bien escasa, y tan solo consultamos nuestro destino a través de la baja calidad del Google maps. Queríamos haber ido a la ermita de los Santos Martires de la literana población de Camporells, pero cosas que pasan cuando te fías de los mapas, acabamos en el monte vecino, en un vallado repleto de antenas, a una considerable altitud, eso sí, con unas preciosas vistas sobre la Litera baja y sobre el pueblo de Nachá. La noche estaba serena, lo que me animó a preparar una larga exposición para conseguir una circumpolar pura y no a base de unir tomas. Mientras, David buscaba el mejor encuadre para realizar una secuencia (esto ya lo veremos más adelante). No llevábamos ni diez minutos cuando la humedad comenzó a subir y con ella se empezó a descolgar una densa niebla por la carretera de Vielha que en pocos minutos nos dejó sin valle, pero como todo es susceptible de empeorar, la niebla comenzó a subir y por miedo a que se empañara el objetivo paramos la sesión. La situación no duró más de cinco minutos, quedándose de nuevo un cielo todo *"full de stars". Nos pusimos de nuevo manos a la obra, y después de cuarenta minutos de exposición cerré el obturador y al mismo tiempo me eche las manos a la cabeza. Al parar la máquina por la niebla había tapado el objetivo y después de cuarenta minutos todavía no lo había destapado…. Jajaja
 Menos mal que David si aprovecho la noche, porque de lo que hice yo sólo se salva una dark frame para el recuerdo, una prueba exitosa de ruido del sensor y unas buenas carcajadas, que aún duran.

* "a tope de estrellas ko"

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